YO NO SOY COMO MI PADRE

Soy Faiza y hoy os voy a contar mi historia, que está a punto de terminar, pues ya tengo 43 años. En el Congo, donde nací y vivo actualmente la edad de defunción oscila entre los 40 y los 50 años.

Aquí empieza mi historia, una historia muy dura que no deseo para nadie.

Nací el 24 de febrero de 1959,en la casa en la que vivía mi familia en ese momento, yo nací completamente sana, pero mi madre murió tras diez horas de parto. A mí me cuidaron mis tres hermanas, ellas eran las encargadas de limpiar la casa, ir a por agua y hacer la comida; en cambio, mis dos hermanos se iban a trabajar al campo  junto a mi padre.

Cuando yo tenía cuatro años se casó mi hermana la mayor con un hombre muy alto y con estudios, poco después mis dos hermanos y tres años después mi otra hermana.Todos habían sido matrimonios elegidos por mi padre, quien cuando yo tan solo tenía nueve años murió de malaria.

Ese año para mí fue muy duró, pues tuve que buscar trabajo, pero al no tener estudios era muy difícil, pues mi padre no dejó estudiar  a ninguna de sus hijas, porque decía que las mujeres estaban para limpiar y para hacer hijos, tenía una mentalidad muy anticuada.

Al final, encontré trabajo en la guerrilla donde me daban comida y alojamiento.Yo no entré voluntaria, bueno sí, pero no sabía en lo que me metía y ya casi no tenía que comer, así que  tuve que aceptar ese trabajo, aparentemente bueno. Cuando estaba allí hablando con otras chicas como yo, me contaron que íbamos al frente y matábamos a  la gente que intentaba pasar nuestras fronteras.Cuando me contaron eso intenté irme, pero me fue imposible.

Pasaron un par de semanas y me hice amiga de una chica también huérfana, pero algo más mayor, nos lo pasábamos bien juntas, todo lo bien que se puede pasar en una guerrilla. Un terrible día cuando estábamos atacando a un país vecino,  ella pisó una mina anti personas y… su pierna salió volando. Me quedé con ella hasta que murió y luego me fui llorando hasta la base.

Cuando llegué a la base descubrí que habían metido un soldado nuevo y bastante joven. Tras largas tardes de conversación con él, me enamoré y llegó el momento que toda mujer negra desea, casarse por amor.

Después de eso han pasado muchos años y muchos niños por mi tripa, niños que fueron escolarizados cerca de nuestra casa y que ahora se han casado, pero todos por amor, porque yo no soy como mi padre.

Acerca de nube roja
Profesor de lengua y literatura del IES Marismas, Santoña, Cantabria.

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